viernes, 14 de marzo de 2008

BIENVENIDOS...


Estimados (as) participantes:
El siguiente documento que les presento es para su análisis y posterior reflexión en atención a las siguientes preguntas generadoras de opinión:
¿En qué consiste la transformación universitaria?
¿Cómo enfocaría usted una postura colaborativa orientada por una postura humanística del conocimiento y otra orientada por el constructivismo?
En su opinión ¿Cuál sería el grado de libertad para que el estudiante participe en la determinación de la transformación universitaria?
El documento analizado sobre los modelos de la educación, nos presenta como ha evolucionado el subsistema de educación superior en el devenir del tiempo. El documento que les presento a continuación señala una coyuntura entre la dependencia y el cambio que se tiene que generar a través de la capacitación del capital social, que genere un cambio económico, que tiene como plataforma la educación superior. (Realice un análisis reflexivo y coloque su opinión personal en este foro de discusión:

EDUCACION SUPERIOR Y DEPENDENCIA
Por. Econ. Miguel A. Pineda.
INTRODUCCION

Las últimas décadas han sido testigo de una fructífera discusión en torno al papel de la Educación como factor de Cambio Social, desarrolladas alrededor de la Teoría de la Dependencia que establece muy claramente el papel de los países subdesarrollados en la relación Centro-Periférica y que se manifiesta como un patrón integral de comportamiento de estos países, inducidos por factores internos y externos, provenientes de los países capitalistas desarrollados, éste patrón de comportamiento adquiere en el proceso educativo una connotación muy específica que, se traduce en la reproducción de las relaciones capitalistas de producción y que genera invariantes a nivel educativo que se corresponden con la situación de deformación, inestabilidad y atraso. Sólo es posible la comparación de estos hechos a través del análisis del desarrollo histórico político de Venezuela; de esa manera, tratamos de ubicarla Educación Superior en el contexto histórico político para hacer inferencias en el plano de las hipótesis y dejar planteado a nivel teórico, las distintas manifestaciones de la Dependencia, inducidas por el modelo de desarrollo que se corresponde con el modelo educativo venezolano.
El presente trabajo se sitúa en éste terreno y se propone centrar nuestra atención en lo concerniente, específicamente, a la Educación Superior, en el contexto socio-histórico.
ANTECEDENTES
El marco teórico de la Educación Superior en Venezuela, tiene sus raíces en el proceso de implantación de los grupos primeros y primarios y que sólo se manifiestan en el país partir de 1592, por autorización del Rey Felipe 11, con el establecimiento de una Cátedra de Gramática y la creación de un Seminario con el nombre de Santa Rosa de Lima, iniciando sus actividades en 1596; este Instituto se convierte más tarde (1791) en la Universidad de Caracas, entrando en actividad en 1725.
Esta universidad estuvo dirigida por la Iglesia y bajo su dependencia y en correspondencia con una educación colonial, dirigida a contener, antes que para propiciar y extender la cultura. La educación universitaria era una respuesta de la Corona Española ante una minoría social que garantizaba, en gran parte, el flujo comercial hacia ésta. El Concilio de Trento y la Real Cédula de 1695, dieron a la educación venezolana un carácter teológico, religioso, humanístico, medieval y dogmático.
La influencia de la Revolución Francesa determinó el cuestionamiento total alas ideas y fines que motivan el modelo universitario colonial y es a partir de la Revolución Independentista cuando se producen cambios que dan origen a la "Universidad Republicana", más activa, amplia, y científica, sin embargo, la estructura de la Universidad permanece intacta, aún después de la independencia. Su carácter selectivo, elitesco, aristocrático y teológico persiste.
En 1826, la Universidad de Caracas deja su dependencia eclesiástica, para erigirse como Universidad Central de Venezuela y es en 1827, cuando es dotada de una estructura académicaadministrativa, por el entonces insigne ciudadano Dr, José María Vargas.
La estructura de la Universidad es basada en el modelo Napoleónico, compuesto por un conjunto de Escuelas independientes: "Con la función esencial de la docencia orientada a la habilitación profesional, separa la investigación de la enseñanza y somete a la universidad a la Tutela y Guía del Estado".
Durante el siglo XIX se crearon tres universidades: la de Mérida en 1810, la de Maracaibo en 1891 y la de Valencia en 1892.
Con el triunfo de la Revolución Federal en 1864, aparece por primera vez, en la Constitución Nacional la libertad de enseñanza, que será protegida en toda su extensión. A partir de ese momento, la universidad venezolana vive momentos de altos y bajos y que se corresponden con el momento histórico-político, caracterizado por las luchas caudillescas que estancaron al país, en tanto que no fue posible desde el inicio independentista la unidad político-territorial, esencial para cualquier proceso de desarrollo socio-económico.
Un hecho importante y que tendrá trascendencia en la evolución de la Educación Superior, fue el Decreto Ejecutivo de 1870, del General Guzmán Blanco, referente a la instrucción primaria gratuita y obligatoria. "En ese Decreto, se estatuyó, en forma precisa, el control del Estado de la Educación, y es mi opinión, que es el antecedente fundamental dé lo que va a ser el principio de gratuidad de la enseñanza a nivel superior y que es ratificado en el Código de Instrucción
Pública en 1897.
La Universidad del Siglo XX, aún cuando continúa siendo elitesca, se ve sometida a una discusión constante de lo que deber ser el "DEBE SER" de la Universidad Latinoamericana y en ese sentido, fue determinante: "El efecto de la reforma de Córdova (Argentina) de 1958, aunque tardíamente debido a los largos períodos de regímenes de fuerza que existieron en el país hasta el año 1958".
Las características del país a principio de siglo, se encuadran en el ámbito rural, con una población, en su mayoría, analfabeta, agricultura de subsistencia y una industria incipiente, sus ingresos provenían de la exportación de algunos renglones agrícolas, café, cacao, etc., con un soporte político dictatorial, caracterizado por la figura del caudillo que garantizaba la permanencia de un sector atrasado en la sociedad y que por ende obstaculizaba el desarrollo socio-cultural y económico del país, estimulan el estancamiento del sistema educativo. No hay crecimiento cuantitativo de la matrícula y como resultado no se crean nuevas Instituciones de Educación Superior, en otras palabras, "La Educación se detiene en el tiempo", desconociendo los avances técnico-científico del resto del mundo. Las universidades existentes mantuvieron un comportamiento tradicional y su función docente siguió concentrando en las profesiones clásicas y liberales: Medicina, Derecho e Ingeniería.
A partir de 1920, con la aparición del petróleo, cambia geográficamente la dependencia del país, pues el centro hegemónico capitalista, se traslada desde Inglaterra hasta los Estados Unidos, este hecho geo-político se corresponde con la instalación de una nueva fase" neo-colonial" que, permite a los E. E. U.U. gobernar desde adentro, sin necesidad de representantes de hombres del
Norte. Nuestros propios gobernantes se encargaban de la entrada, bajo los aplausos de la Burguesía Agrícola.
La explotación del petróleo trae como consecuencia. "La integración del mercado interno, por la creciente circulación de los ingresos, producto de la actividad petrolera, el desarrollo vial del país, crisis agrícola, aumento del proceso migratorio y las exigencias sordas de la superestructura educacional, hacia el cambio cualitativo y de diversificación, para responder al nuevo proceso de producción en el país". Sin, embargo, lo que se genera de este proceso, es la Ley Orgánica de Educación de 1924, que divide la Educación Superior en cinco ramas principales: Ciencias Médicas, Políticas, Eclesiásticas, Física y Matemática, y Filosofía y Letras; mientras las empresas petroleras aportaban la tecnología y los técnicos.
En el período (1936 -1945) se inicia un proceso de apertura política controlada y se impulsan cambios sociales y económicos, tanto en el sector agrícola como el industrial, se realizan inversiones conducentes al fortalecimiento de ambos sectores, con soporte del sector petrolero exportador. En el campo educativo, se crean las Escuelas Normales y el Instituto Pedagógico de Caracas (1936). En las universidades se comienzan a operar algunos cambios vinculados directamente a fortalecer algunos sectores de la actividad económica, y en ese sentido, se crean en la Universidad Central de Venezuela las Facultades de Veterinaria y Economía, dándose formalmente la apertura hacia la investigación en un radio de mayor cobertura, ligado a algunos problemas sociales, especialmente en el campo de la medicina. En 1946 se reabre la Universidad de Maracaibo, con el nombre de Universidad del Zulia, sin embargo, es importante apuntar que las reformas esperadas fueron frenadas por la aparición de un nuevo régimen militar.
Durante el período 1948 -1958, se hicieron algunos cambios, que se expresan en la Ley Orgánica de Educación de 1948, reafirmándose que "La Educación es función del Estado y todos los habitantes de la República tiene derecho de recibirla gratuitamente en los planteles oficiales" (Artículo 14). Sin embargo, aún cuando es un período floreciente, a nivel económico, por los aumentos en los ingresos provenientes de la exportación petrolera, los cambios a nivel educativo, continúan tímidos, a tal punto que, los recursos humanos requeridos por los sectores económicos fueron traídos del exterior, la carencia de una política de formación de estos recursos fue evidente y se comprueba con el hecho de que para 1950, sólo existían en el país tres universidades y un instituto superior de formación docente, con una matrícula total de 6.091 estudiantes. La política dictatorial de esa época fue totalmente regresiva y la parálisis de las universidades era casi continua y sometida a un control estricto por parte del Estado.
Con la caída de la dictadura de Pérez Jiménez se da inicio a un período democrático, se reabre la Universidad de Carabobo, se decreta la Ley de Universidades, con la cual se establecen los principios de Autonomía y Democracia y se acuerda dar prioridad a la Educación Superior, en términos de dar respuestas a la nueva realidad política y socio-económica del país. A partir de 1958, comienza la expansión y transformación del sistema educativo que se extiende hasta el presente.
VENEZUELA EN EL AMBITO DEL CAPITALISMO MUNDIAL
LA POLITICA EDUCATIVA EN EL CONTEXTO DE UNA NUEVA ESTRATEGIA
ECONOMICA DE DESARROLLO:
Venezuela en el ámbito del capitalismo, comienza a partir de la década del 60, a cumplir función estratégica en la nueva dimensión de las relaciones capitalistas de producción. Un país con grandes reservas petrolíferas y garante del mercado de E.E.U.U. plantea el desarrollo de un modelo sustitutivo de producción, con el objeto de lograr un mayor crecimiento económico interno, basado en el desarrollo de otras áreas de producción distintas, específicamente, el sector manufacturero-agroindustrial, sector básico (aluminio, hierro, etc.), este modelo justificó la formación de recursos humanos necesarios a la industria sustitutiva. En ese sentido, las universidades comienzan a ofrecer áreas de estudio dirigidos a satisfacer la demanda de trabajo.
Ejs: La Universidad de Carabobo, inició sus actividades ofreciendo carreras como: Ingeniería Industrial, Ingeniería Mecánica, Ingeniería Eléctrica, Administración de Empresas, Economía, Relaciones Industriales, etc., acopladas a los requerimientos de una zona industrial. El modelo anterior genera nuevos escenarios y formulan complejas necesidades de crecimiento económico, de acumulación y utilización de los excedentes, de alianzas sociales y la conformación de un Capitalismo de Estado, como engranaje fundamental para garantizar el crecimiento económico y del modo capitalista de desarrollo Nacional.
En esos nuevos escenarios se genera un proceso migratorio hacia los polos de crecimiento industrial -Zona Centro Norte Costera-. Vemos como la población rural tiende a estabilizarse, mientras el crecimiento poblacional se expande produciendo anarquía urbanística y que se explica por el hecho de la posibilidad de la población de mejorar sus condiciones de vida. Sin embargo, el modelo sustitutivo, caracterizado por ser intensivo en capital, nunca estuvo dirigido a absorber los contingentes de mano de obra no calificada, muy por el contrario, el personal requerido debía ser altamente calificado, esto se tradujo en una primera fase, en una importación de mano de obra, creando situaciones reales de desempleo y subempleo. Por supuesto, la matrícula educativa comienza a expandirse: Pre-escolar crece de 44.463 en 1968 a 328.927, en 1987-1979; la Primaria en los mismos años de 1.689.508 a 2.378.601; la educación Media de 366.435 en 1968-1969 a 787.032 en 1978-1979 y la Educación Superior de los 70.316 a los 282.074 en 1978-1979. Este crecimiento provoca la masificación de la educación en el sector urbano que luego, por efecto directo, origina la propia masificación de la Educación Superior. El proceso expansivo fue abortivo y ante tal demanda, las universidades volcaron sus recursos, principalmente, hacia la docencia de pre-grado, limitando en consecuencia, la Investigación y la Extensión.
Este período educativo permitió cubrir las expectativas de los sectores medios de la sociedad con una gran significación, ya que pasa a sustentar el "proyecto nacional", fortaleciendo la democratización de los mecanismos sociales de selección. Sin embargo, el fracaso del modelo sustitutivo conlleva a generar serias contradicciones en el sistema educativo.
El crecimiento anárquico de la matrícula en la Educación Superior, con sus secuelas de masificación académica y de deterioro en los niveles de excelencia, nos dice sobre la imposibilidad de mantener el modelo, sobre todo, en el marco de una organización burocrática, centralizada y con vitales signos de fracaso e insuficiencia.
Ahora bien, la crisis del modelo económico sustitutivo (dependiente), plantea en el nuevo escenario la reorientación del desarrollo nacional: "Una Economía Industrial de Exportación con acento en el control de mercados regionales, demanda nuevas urgencias y exigencias de políticas en el contexto de una estructura económica deformada por el modelo sustitutivo."
Las contradicciones que ha generado este modelo en el presente, se pueden identificar como Invariantes:
1.- Profundización de los lazos de la Dependencia.
2.- Burocratización del Sistema Educativo
3.- Agotamiento de las formas de financiamiento de la Educación Superior, lo cual implica plantearse un modelo educativo que niega las oportunidades de estudio a la mayoría de la población.
4.- Se amplía la Discusión en cuanto al verdadero significado de la "Autonomía
Universitaria".
5.- Bajo rendimiento y productividad de la Educación: De cada 100 alumnos que ingresan al primer grado, sólo 63 culminan la Educación Primaria (1977). En la Educación Media las deserciones oscilan entre el 15 y 18%, mientras que en la Educación Superior, el rendimiento es preocupante y sus egresados no están respondiendo a los nuevos requerimientos del aparato productivo.
Todo ello, está reforzado por las desigualdades regionales y especiales de la tendencia a la concentración territorial de los servicios educativos. De un total de 16 universidades, 6 tienen su sede en la región capital, y de 42 Institutos de Educación Superior, concentra 24. En ellos se ofrecen 120 oportunidades de carreras diferentes, en tanto que el Zulia, cuya capital es jerárquicamente, la segunda ciudad del país, sólo se ofrecen 47.Esta tendencia verifica la concentración de los servicios escolares en las grandes ciudades, en detrimento del resto del país.
6.- Creciente estratificación de la educación y devaluación de un conjunto de carreras profesionales y proletarización del egresado.
HIPOTESIS RESULTANTES
Hipótesis Nº 1:
Lo anterior plantea la Hipótesis Nº 1: "El agotamiento del modelo sustitutivo basado en la exportación de un recurso natural no renovable como es el petróleo, conlleva a la necesidad de redimensionar la sociedad venezolana sobre la base de un nuevo modelo económico que supone un nuevo enfoque educativo".
La reinserción de Venezuela en el sistema capitalista mundial, indica que el nuevo modelo de desarrollo nacional debe evolucionar de acuerdo a los cambios que se están dando en la división internacional del trabajo. El sistema educativo deberá orientarse hacia las posibles modificaciones del proceso productivo y los procesos de trabajo. En este sentido, Ramón Cassanova plantea: "En este marcó de tendencias globales del capitalismo mundial, el desarrollo previsible de la Economía Venezolana empieza a asumir algunos rasgos qué le son característicos: fortalecimiento del Estado y sus industrias básicas; creciente internalización del proceso de acumulación, control por parte de las empresas transnacionales a través de la venta de medios de producción y de contratos de tecnología; y desarrollo de empresas mixtas con capital interno y externo orientado al mercado exterior".
Lo anterior parece indicar, un conjunto de tendencias que mantendrán al sistema educativo en constante crisis, por no dar respuestas ante una nueva fase de profundización de la dependencia, ya que el impulso de este nuevo escenario afectará el mercado ocupacional y sus interrelaciones con el nivel educativo y la diversificación de las capacidades técnicas de la oferta de mano de obra futura.
Lo que si debe quedar claro, es que la escena educativa de los próximos años debe, necesariamente, partir de un sistema educativo, ampliamente diferenciado, con niveles de enseñanza muy distintos por las características regionales que hasta el presente aparecen no diferenciadas, al menos en el aspecto educativo. Sin embargo, en los últimos años, el Estado en el cuadro de esa nueva estrategia, introduce nuevos elementos que reproducen la crisis de la Educación Superior; el crecimiento indiscriminado de Colegios e Institutos Universitarios, en la mayoría de carácter privado, marcan la tendencia de privatización de la Educación Superior; formulación de un Anteproyecto de Ley de Educación Superior como alternativa, ante la nueva situación del país; Imprevisión Administrativa (conducente a la parálisis de las Universidades públicas, por los menos, una vez al año), desarticulación en términos jurídico-organizativos como académicos.
Hipótesis Nº 2:
En tales circunstancias, planteamos la segunda hipótesis: "En las condiciones históricas actuales del subdesarrollo venezolano y con la hegemonía de la burguesía nacional, vinculada directamente a los intereses transnacionales, se perfila un nuevo modelo educativo tecnocrático, creado para llevar a cabo los planes y programas de formación personal que se ajuste a la reproducción general de las relaciones de producción del capitalismo en su momento actual".
El esquema educativo que se genera de la premisa anterior, se compagina con una Educación Superior privada que permite una adhesión acrítica de sus egresados al sistema social. De allí, la razón de ser de las universidades privadas del presente (Universidad Tecnológica del Centro, Universidad Metropolitana, Universidad Rafael Urdaneta), dirigidas a liderizar con un recurso humano, la demanda de la nueva sociedad industrial, dejando a las universidades públicas su papel de equilibrio socio-político, enmarcado en el esquema tradicional.
Lógicamente, lo anterior supone la des-ideologización del aparato escolar, aproximándolo expresamente a una perspectiva mercantil que en el momento actual pasa a cumplir un papel determinante de lo que va a ser el futuro educativo, en una etapa en la cual el Estado no está en capacidad de seguir financiando la Educación Superior.
FEDECAMARAS en su Asamblea Anual de 1988, propuso " Crear incentivos especiales para que la empresa privada aumente su contribución en el desarrollo de los programas de educación del país ..... FEDECAMARAS plantea el tema de la educación como un instrumento estratégico que contribuya a la gerencia del desarrollo nacional". En tal sentido, aún cuando la educación se presenta como un factor de cambio social, evidencia las relaciones de dominación que se pretenden imponer a partir de ésta, como aparato ideológico del Estado, aún cuando en su intención se presente el esquema desideologizante.
Hipótesis N° 3:
La tercera hipótesis está centrada en la relación Sistema Educativo - Sistema Productivo: "Existe un desequilibrio entre los recursos humanos que están formando los institutos de Educación Superior y las exigencias reales del aparato productivo". La tendencia es determinada para que la educación reproduzca relaciones sociales de producción, que en definitiva caracterizarán la estructura socioeconómica, en equilibrio dinámico. Sin embargo, actualmente se presentan desequilibrios en relación al número de egresados y las necesidades reales del mercado laboral y en segundo término se aprecia que la estructura ocupacional dista del tipo y nivel de formación de estos profesionales. La tendencia parece ser la del agotamiento del esquema profesionalizante.
Las perspectivas profesionales han cambiado, mientras que el sistema educativo sigue aún respondiendo a exigencias profesionales de épocas anteriores.
El cuadro estimativo de las consecuencias de todo esto, es el siguiente:
1.- Reducción de cifras absolutas de los puestos de trabajo
2.- Semi-desaparición de los puestos de trabajo para trabajadores pocos calificados o sin calificación.
3.- Estancamiento del número de trabajadores y empleados de alto nivel.
4.- Proletarización del profesional.
5.- Desaparece la alianza entre crecimiento, progreso tecnológico y empleo.
Obviamente, se induce que la Educación Superior no está en capacidad para responder a este reto del nuevo desarrollo; al parecer, la reacción se manifiesta en los esfuerzos del Estado Venezolano, por diversificar las opciones educacionales. La política educativa actual, tiende a disminuir presiones sociales, pero no toma en cuenta las necesidades de preparar profesionales para las exigencias actuales del sistema económico y para la demanda previsible en el mediano y largo plazo. Al ritmo de crecimiento actual, es evidente que en un futuro muy cercano, los cambios tecnológicos, exigirán competencias profesionales, distintas a las ofrecidas actualmente por las instituciones tradicionales de Educación Superior. El sistema de Educación Superior no ha sido capaz, hasta el presente, de adaptarse a su ambiente exterior, y en particular al dinamismo del sistema económico.
Insertar conceptos novedosos en esquemas tradicionales no es tarea fácil, ya que ello requiere el acoplamiento de dos concepciones que tradicionalmente se han considerado, poco menos que antagónicas: La función académica de la Universidad versus la función productiva.
"Todo modelo educativo debe emprender y propiciar acciones que proporcionen al hombre todos los instrumentos, habilidades y destrezas necesarias, no sólo para identificar o prever problemas, sino también para proponer, implementar y evaluar soluciones para cada situación que tenga que enfrentar".
Este planteamiento del 11 Taller Nacional de Currículo, del Núcleo de Vicerrectores
Académicos, 1988, refleja la necesidad de concebir la Universidad como ente productivo, generadora de recursos adecuados a las necesidades del medio y con la participación conjunta de los integrantes de la comunidad universitaria. Sin embargo, esta propuesta no se escapa del desequilibrio que presenta la Educación Superior en la actualidad, como reflejo del agotamiento de un modelo de desarrollo dependiente.
EDUCACION Y DEPENDENCIA
Toda sociedad enmarca a su sistema educativo dentro de la concepción ideológica que la define, convirtiéndola así, en un ente transmisor de la carga valorativa que le permite su nutri existencia ideológica en el tiempo.
El aparato escolar,, como súper-estructura de la sociedad, toma de la misma, modelos organizativos, jurídicos y operacionales que le permiten la correlación actuante, no conflictiva, con el resto de la organización social, lo que incluye la tendencia a la concordancia con el aparato económico.
Cuando los sistemas educativos obedecen al rigor jurídico de un Estado que no desee el cambio, entonces el aparato educativo se torna inconsciente con su papel formativo y se transforma en un sistema informativo, acrítico, aparticipativo y alienante, al servicio de las élites, quienes manejan el aparato-Estado para su propio beneficio y existencia histórica. ¿Para quién formamos?
¿Profesionales para qué?. ¿Existe posibilidad de incorporar el avance científico en las universidades para el cambio socio-económico?.
La educación se alcanza cuando el hombre es capaz de cambiar su conducta hacia, y este cambio debe ser deseado y consciente; entonces la planificación de la educación es un instrumento para el cambio. ¿Es posible, por tanto, planificar la educación y hacer educación cuando no se persigue cambio alguno?. Planificar es cambiar. Estamos urgidos de educar para la identidad latinoamericana y nacional en particular.
Razones de desorganización direccional del aparato político administrativo del Estado, permiten que el sistema educativo se desfase de las cualidades jurídicas, económicas y decisionales que el Estado mismo exige, generando crisis coyunturales, que son aprovechadas por los sectores académico-estudiantiles de avanzada, para imprimir al aparato educativo ciertas cualidades que lo abstraen del campo controlable por el Estado.
La educación recibe continuamente los cambios que introducen los elementos que la materializan; estos cambios se vienen sucediendo históricamente, conformando nuestra problemática tercermundista universitaria actual, generada por la ausencia de una filosofía educativa estatal nacionalista, que nos lleva a conformar políticas y estrategias reales. Entre estos parámetros que han venido influenciando a nuestra educación, y específicamente a la Educación Superior, encontramos:
1.- La educación nace y se desarrolla como proceso filantrópico del Estado. Desfasado del crecimiento socio-económico y desarrollo normativo; exigido por nuestros países; pero orientada hacia el pasado como instrumento valorativo del atraso, la dependencia y el saqueo de nuestros recursos naturales.
2.- La influencia de concepciones y programas educativos ajenos a su propio progreso, urgido de reciclaje histórico, dentro de una metodología pasivista y acrítica, lo que hace irreal al curriculum.
3.- Las necesidades políticas de quienes han dirigido a nuestros países hacia la preservación del facilismo productivo y la dependencia, sin valoración conservacionista alguna de nuestro eco-sistema.
4.- Una estructura universitaria, copia de los modelos napoleónicos franceses, puertorriqueños y norteamericanos, que con su estructura de facultades, escuelas y cátedras, perpetúan el saber científico y del profesor que lo imparte, tornándolo inmodificable en el tiempo.
5.- El juego ideológico-partidista, que reserva a los intereses de la clase gobernante y del partido, la dirección de las estructuras universitarias, Y dentro de ellas, el uniformismo ideológico que tiende a la alineación y al atraso mental, contrario a la crítica, a la búsqueda científica y a la creatividad.
6.- La dependencia cultural y económica que la ajusta, en función de asesores y proyectos, para evitar el rompimiento del status, por medio de una masa educada cualitativamente para el cambio.
7.- Es bueno aclarar que la historia ha demostrado que las concepciones filosóficas no conllevan al fin que persiguen, cuando no se acompaña de una praxis real e intensiva. Sin un cambio de los elementos que en la sociedad frenan la realización del hombre en los órdenes espirituales, económicos, sociales, políticos y culturales la educación es sólo un canto de utopías que resonará en el oído de muchos y en actitud militante de pocos.
Estas influencias traducibles en alteraciones, retrocesos, profundización de crisis y avances cuantitativos, producen regularmente variaciones funcionales, las más de las veces impredecibles en sus magnitudes. La educación no constituye en sí misma el cambio, ni menos su factor desencadenante; tan sólo refleja el conjunto de desajustes, insuficiencias, desorientación e inflexibilidad, que caracteriza el modelo de desarrollo aplicado en un determinado contexto socio histórico. Es decir: la educación, como proceso dinámico de naturaleza eminentemente social, puede contribuir a impulsar las transformaciones estructurales, o sólo logra reproducir tradicionalmente la conducta y conciencia social, exigida por el sistema vigente. En tal sentido, puede facilitar y agilizar el cambio; o, por la manera como se estructura y aplica, constituirse en rémora del progreso socio-cultural y económico.
Por lo tanto, habrá que precisar temporalmente ¿Qué esperamos de la educación? ¿Qué nos proporciona? y en ¿Qué medida podrá acelerar el cambio social?. En estos casos tendrán que establecerse y definirse los factores internos y externos, capaces de garantizar su adecuado funcionamiento; o, en su defecto delimitar con exactitud los que ocasionan su ineficacia.
En Venezuela, la Educación Superior poco prepara para las necesidades reales actuales y futuras y adopta mecanismos de acción que impiden formar eficientes profesionales desde el punto de vista cualitécnico y desde el punto de vista crítico. Sus estructuras no brindan las alternativas transformadoras de sí misma y de la sociedad que las contiene.
En tal sentido, el conocimiento de los factores que inciden decisivamente en el comportamiento institucional, de este nivel debieran ser objeto de análisis exhaustivo, pero referido el mismo a la caracterización y definición de las variables más significativas, que permitan apuntalar el desarrollo latinoamericano y específicamente de Venezuela.
En Latinoamérica y con mayor razón nuestro país, el sistema educativo deberá responder a las necesidades de desarrollo autóctono y auto sostenido, en función de una educación integrada a la producción, cuyo objetivo es desarrollar las potencialidades del ser humano, que le permite ubicar la estructura productiva en función social, donde efectivamente se cumpla la condición productiva de la educación.
OBSERVACIONES FINALES
El conjunto de consideraciones a las que hemos hecho referencia se derivan de una reflexión profunda de una serie de situaciones que revelan la problemática educativa de la Educación Superior y que nos permite hacer referencia al proyecto educativo nacional y su configuración en el marco de la Dependencia y que se ve reflejada en la dinámica del modelo de desarrollo venezolano.
Este trabajo combina el análisis histórico con un enfoque sociopolítico, dirigido a presentar las variantes educativas, a través de un conjunto de hipótesis generales que nos dan una visión de conjunto de la realidad educativa, sin pretender llegar a conclusiones tajantes. Por ésta vía metodológica hemos querido abordar las que en nuestra opinión, constituyen las problemáticas más resaltantes que confronta la Educación Superior en Venezuela, en tanto ellas condensan los puntos modales de la crisis que afecta a la estructura y funcionamiento del aparato educativo, cuyos aspectos principales se resumen a continuación: En primer lugar, la Burocratización y Centralización del aparato educativo ha entrado en una fase crítica, esta variante se ve reflejada en la anarquía existente en los diversos institutos de Educación Superior y en especial las nuevas instituciones que imparten estudios en las diferentes regiones del país, no se han correspondido con un sistema de planificación y gestión más descentralizado y eficaz que se adecue a las especificaciones de la región.
En segundo término, el crecimiento del gasto educativo a nivel superior está dando cabida a nuevas formas de financiamiento, lo que lleva implícito nuevas formas de organización y administración de los recursos financieros, lo cual comienza a entrar en contradicción con el modelo de puertas abiertas.
En tercer lugar; el significado de "Autonomía Universitaria" en este nuevo contexto supera la interpretación tradicional, se escapa de lo meramente interpretativo en la búsqueda de nuevas formas de organización social que pueda enfrentar la realidad socio-económica para beneficio de la sociedad en su totalidad, se trata de vincular a la Universidad con la comunidad, a su real ser, de hacer efectiva sus funciones de docencia, investigación, extensión y servicios.
En cuarto lugar se trata de identificar la dependencia de nuestro país a través del hecho educativo. Ello se manifiesta en la inadecuación de los modelos científicos y tecnológicos en relación con la cultura y los problemas prioritarios del país, y más específicamente en la escasa pertinencia de los modelos curriculares y prácticas instruccionales utilizadas, para la dinámica e innovación de los sectores productivos, y en general para las necesidades del desarrollo nacional.
Podemos decir, en síntesis, que en parte, por lo menos, en su ámbito interno, la profundización de la dependencia económica y sociocultural descansa en la incapacidad de los centros de decisión y ejecución en el ámbito de la Educación Superior, para generar profundas transformaciones a este nivel y poder responder a un modelo de desarrollo autónomo y auto sostenido, sin embargo, en esto están implícitos un conjunto de variables que se escapan de nuestro análisis para predecir un comportamiento global.